
Para que comienze con ánimo la primavera, la adminsitración provincial a editado un folleto, pasquín o "librillo", sobre el uso correcto del lenguaje no sexista.
Desearía recordar, sin acritud, por si a alguien de los que nos manda se le ha olvidado, esto ..., que ..., es que estamos un poco en crisis, y nos toca las pelotas o pelotos, que se gaste la pasta esa que anda tan escasa en librillos, publicaciones y demás gaitas que creo que sirven para poco.
A pesar de que pueda molestar a muchos políticamente correctos, creo que el castellano es maravilloso, y tiene nombres para todo, y jamas ha confundido a los caballos con las yeguas.
Me dice el "librillo" de marras que utilice preferentemente expresiones como alcaldía o ciudadanía. Pero es que yo, como soy tan limitado de miras y tan burro y básico, pues es que se diferenciar al alcalde de la alcaldesa, y a Juana, Carmen y Maruja, de Paco, Alfonso y Pepe.
Por si estos tecnócratas de salón no se dieron cuenta, yo pienso aportar mi experiencia personal. En el mundo rural gallego, al menos entre el que yo me muevo, es común y frecuente que las cosas de la tierra, estén al frente de una mujer. Aproximadamente atiendo consultas de urbanismo de mujeres en una proporción de 2 a 1, y me parecería un insulto pasarlas por el rodillo del lenguaje no sexista, porque tienen sexo y creo que jamás han pensado en negar su condición de mujeres al mando de su casa.
Pediría por favor que no me manden más "librillos" subversivos, y que me dejen tranquilo con mi género masculino y femenino, con el singular y el plural. Que inviertan ese dinero en publicar a nuevos valores o en los que les de la gana, pero que me dejen expresarme como me de la gana, y que los demás me juzguen por lo que digo, y como lo digo.