Recientemente, pasaba una agradable jornada familiar-dominical en Santiago con unos buenos amigos.
Como ocurre en estos casos, se aprovecha para hablar de todo un poco y arregar nuestro pais, deporte nacional, este, muy estendido.
Me comentaba mi querido amigo, que por una serie de circustancias, habia conocido a una Arquitecta con cierto prestigio en esta esquina peninsular. Reconocía algunas obras que tenía, principalmente en el ambito de la rehabilitación, que con un amplio, por no decir ilimitado, presupesto, habian quedado espectaculares, y fueron publicadas en varios medios especializados en esto de la arquitectura.
Sobre este tema de la arquitectura "star", tengo mi visión particular.
Después de 10 años de profesión, desde hace aproximadamente un año, estoy realizando un proyecto verdaderamente "star".
Una vivienda sin presupuesto. Lo que tenga que costar. Con un largo proceso de diseño, que aún continúa en la ejecución de la obra. Espacios que fluyen. Elementos trasparentes horizontales y verticales, con una cuidada iluminación, en fin, dejo los detalles para la verborrea de las publicaciones especializadas.
Es una obra que va como la seda. No hay ningún problema en seguir mis instrucciones. Las sugerencias del cliente van incluso por delante de mis espectativas.
Tengo diseñador de jardines, interiorista y hasta un ingeniero venido de alguna parte de Cataluña, que se ocupa de que todo ese tinglado de instalaciones para piscinas, yacucci, sauna y demás, funcione adecuadamente, sin romperme la cabeza
Probablemente, acabará saliendo en alguna revista o suplemento periodístico especilaizado, y recibiré mi cucharada de "vanitas, vanitatis", que sería falso si no reconozco que me encantaría.
Pero a lo que voy, es que sinceramente, una vez que consigue uno esa especie de sueño de estudiante de carrera, pues, ya está, ala, ya tengo mi proyecto "star", y punto.
A mi, en realidad lo que me pone, es bregar todos los días con la arquitectura honrada. Conseguir con 150.000 € una vivienda digna, bien resuelta, confortable y económica de mantener, me da mucho más trabajo, pero una satisfacción personal más gratificante.
Conozco a algunos buenos amigos de profesión, que son verdaderos artistas de la arquitectura honrada. Viviendas de protección oficial, que me admiran por su calidad callada. Probablemente estos proyectos no saldrán, en las portadas, pero los queremos como a un hijo.
Nos quejamos muchas veces delante del primer café de la mañana, del poco caso que nos hacen, pero damos la cara, conocemos la obra, a la contrata y a los promotores que han puesto tantas ilusiones en la casa que tenemos en nuestras manos.
Me irrita sobre manera, y ya me ha ocurrido en 2 ocasiones, que ante problemas constructivos (humedades, desajustes etc), de estos arquitectos "star", me intentara poner en contacto con ellos, para buscar soluciones apropiadas y recibiera respuestas tipo "no me molestes para esas cosas que no tengo tiempo", o "yo no estoy aquí para preocuparme de eso".
Lo siento, pero no quiero sentirme colega de este club. Que me den mi ración de fama y vanidad, que me bajo en la próxima.
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